En 1973 nace la UNA: institución de educación superior pública, con sedes en la provincia de Heredia, Liberia y Pérez Zeledón, antes Escuelas Normales de Costa Rica.
Nace como respuesta a la necesidad de consolidar un sistema de educación superior público, orientado al fortalecimiento de visión humanística, creación artística, generación de tecnología, conocimiento aplicado y capital humano, bajo el concepto de “UNA: la Universidad Necesaria”.

El Dr. Rafael Ángel Ledezma Díaz, director de la Escuela de Historia-UNA describe para el periódico Campus UNA un breve resumen de los orígenes de esta insigne casa de estudios:  

El 12 de febrero de 1973, mediante la ley No. 5182, la Asamblea Legislativa aprobó la creación de la Universidad Nacional (UNA). El proyecto que culminó con esa ley había sido propuesto por los legisladores Daniel Oduber Quirós y Francisco Morales.
 
El 15 de febrero de ese mismo año, el presidente de la República, José Figueres Ferrer, y el ministro de Educación, Uladislao Gómez Solano, sancionaron la mencionada ley, la cual se publicó el 22 de febrero en La Gaceta. 

Finalmente, el 14 de marzo se inauguró la nueva universidad a través de un acto público en Heredia presidido por el primer rector, don Benjamín Núñez. Vale la pena recordar que la UNA se cimentó sobre la base de la antigua Escuela Normal de Costa Rica. Dicha institución se fundó en 1915 para la formación de profesores de primaria. Luego, en 1968, se creó la Escuela Normal Superior cuyo objetivo fue la formación pedagógica de enseñanza media. Dicha escuela concluyó su existencia poco antes de crearse la UNA. Fue así como la llamada “universidad necesaria” emergió a la vida nacional de un país que, en medio de la Guerra Fría y ante la amenaza de una desaceleración económica global, le estaba apostando a un modelo de desarrollo socialdemócrata y benefactor.

En 1973, por ejemplo, la población estudiantil matriculada fue de 4 mil 500 personas. Luego, en 1986 subió a 8 mil 600 y en 2022 se registraron 19 mil 200 estudiantes. A su vez, la cantidad de facultades y unidades académicas también creció con el tiempo. Entre 1974 y 1977, la UNA estuvo conformada por 6 facultades que, en conjunto, integraron 23 escuelas. En esos años solo contó con tres secciones regionales que anteriormente habían sido las escuelas normales de Pérez Zeledón, San Ramón y Liberia. 
En el discurso de inauguración de la UNA que pronunció don Benjamín Núñez, en marzo de 1973, se afirmó con vehemencia que la nueva institución se dedicaría al análisis de las realidades nacionales para buscar soluciones “efectivas y democráticas”. Es claro que, durante las décadas posteriores a ese discurso, la UNA asumió tal compromiso siendo consciente de las implicaciones políticas y de las complejidades sociales que Costa Rica ha experimentado a la luz de los retos ecológicos, económicos y culturales emanados bajo la impronta del actual proceso de globalización. En ese sentido, las labores en investigación y extensión han sido fundamentales. Esos ámbitos también se han desarrollado considerablemente a lo largo del tiempo. 

En 1975 hubo solo cuatro proyectos de investigación en ejecución. Para 1979 dicho número aumentó a 128. Entre 2015 y 2020 se reportaron cerca de 1.382 iniciativas y acciones de investigación y extensión entre programas, proyectos y actividades académicas (PPAA). Algunas de las temáticas tratadas en los PPAA con impacto regional y que fueron impulsadas por las mimas sedes regionales han sido medio ambiente, empleo, educación, arte y cultura.

Actualmente, la UNA tiene ocho facultades y centros para un total de 32 escuelas y 13 institutos, así como ocho campus universitarios distribuidos entre las regiones Central, Huetar Atlántica, Huerta Norte, Brunca, Chorotega y Pacífico Central. Gracias a todos los esfuerzos administrativos y académicos que se gestionaron por hacerla crecer, hoy en día la universidad ofrece a la sociedad costarricense una robusta y variada oferta de carreras, muchas de ellas acreditadas bajo altos estándares de calidad. 

En más de 50 años de aquella inauguración, la UNA continúa realizando sus aportes a la educación superior costarricense a través de valores, misiones y fines que reafirman su vocación social, a saber: equidad, participación democrática, compromiso y transformación social, diálogo de saberes, interdisciplinariedad, regionalización, pensamiento crítico, bienestar humano, formación integral, sustentabilidad natural y cultural entre otros. Estos cometidos se asumen mediante la producción intelectual, la investigación, la docencia y la extensión social. A lo largo de cinco décadas ha aumentado la cantidad de estudiantes matriculados de manera considerable. 

Fuente: 

Barrantes V. (2023, 6 marzo). La Universidad Nacional: 50 años de aportes sociales y académicos. UNA Comunica. https://www.unacomunica.una.ac.cr/index.php/marzo-2023/4451-la-universidad-nacional-50-anos-de-aportes-sociales-y-academicos